Submarino O´Brien arribó a Valdivia para ser museo

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Fue una bienvenida “a la valdiviana” para el submarino O’Brien. Una torrencial lluvia cayó justo en el momento -ni antes ni después- cuando al mediodía de ayer se desarrollaban las maniobras para recalar y atracar la imponente nave, frente a los terrenos de la exaduana en la avenida Arturo Prat. Ahí se quedará ahora definitivamente, para convertirse en el primer submarino-museo del país y el tercero de Sudamérica.

Fue una bienvenida “a la valdiviana” para el submarino O’Brien. Una torrencial lluvia cayó justo en el momento -ni antes ni después- cuando al mediodía de ayer se desarrollaban las maniobras para recalar y atracar la imponente nave, frente a los terrenos de la exaduana en la avenida Arturo Prat. Ahí se quedará ahora definitivamente, para convertirse en el primer submarino-museo del país y el tercero de Sudamérica.

Seis remolcadores, liderados por el “Teniente Reyes”, cumplieron la misión de trasladarlo. Con esta travesía pusieron término a una larga travesía que comenzó en diciembre del año pasado, cuando la nave zarpó desde Talcahuano al puerto de Corral, remolcada por el “Galvarino” de la Armada después de abandonar los astilleros de Asmar.

Hasta mayo la nave estuvo en Corral. Ese mes fue llevada al muelle de Las Mulatas en Valdivia, facilitado por la Portuaria Corral.

Finalmente ayer arribó a su punto final, para fondear y donde ahora será sometido a arreglos y cambios, para ser visitado en su nueva calidad de museo.

Todos contentos

Ayer, al arribar a Valdivia, todos los actores que participaron en este proyecto estaban contentos. Empapados por la lluvia, pero felices de haber completado esta tarea.

El alcalde Bernardo Berger; el gobernador marítimo, comandante Manuel Aravena; el capitán de puerto de Valdivia, Pedro Valderrama; el teniente Rodrigo Zambrano y Patricio Baselli, quien navegó en el O’Brien y presenció la maniobra desde el alto de la vela del submarino.

Todos destacaron que la compleja maniobra fuera cumplida sin contratiempos y en un lapso menor al esperado.

También, que la nave ya fuera un atractivo con sólo llegar al puerto. Esto, por las numerosas personas que llegaron al muelle Schuster y la Costanera a mirar la llegada del submarino y que no ocultaron su asombro por la imponente silueta de 90 metros de eslora (largo), una obra de la ingeniería naval de los astilleros de Escocia, en la década de los 70.

Otro desafío

Con el O’Brien ya amarrado a los anclajes especialmente construidos en la Costanera, ahora la Municipalidad de Valdivia encarará el desafío de convertirlo en una atracción turística, para lo cual cuenta con el apoyo decidido del sector privado (Codeproval) y del propio intendente Iván Flores.

Un proyecto concursable a los Fondos Nacionales de Desarrollo Regional (FNDR), permitirá en ese lugar, la construcción de un necesario malecón y sobre él, un inmueble para un premuseo. Porque la idea es que antes de ingresar al O’Brien, sus visitantes conozcan la historia de la Fuerza de Submarinos de la Armada chilena.

Apoyo de Saesa

El alcalde Bernardo Berger, destacó ayer que la empresa Saesa, se comprometió a concretar un proyecto de iluminación para el interior del submarino, donde habrá maniquíes de marineros en sus puestos de trabajo y combate. Y accesos “amistosos” para que puedan subir a bordo todas las personas, sin excepción.

Berger, reiteró el compromiso del astillero Asenav, cuyos ingenieros y técnicos idearán y trabajarán en la construcción de estos accesos. Un apoyo que Berger y la comisión “Museo Naval Submarino O’Brien” agradecieron públicamente “porque contribuirá a hacer realidad un proyecto que constituirá un nuevo atractivo turístico para Valdivia”.

 

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