‘El océano austral es como el Everest’

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La quinta etapa de la Volvo Ocean Race entre Auckland (Nueva Zelanda) e Itajaí (Brasil), que comenzará el domingo, está considerada por los navegantes como una verdadero reto que pondrá a prueba a tripulantes y embarcaciones en el océano austral, donde se dan las condiciones de navegación más duras de la Tierra.

 

 Es la etapa reina de esta edición, no sólo por su recorrido de 6.700 millas náuticas (12.415 Km.) sino porque navegarán «por un lugar temible y que merece un gran respeto», apunta el británico Neal McDonald, jefe de guardia del Telefónica español, líder de la vuelta al mundo.

«Escalar el Everest no está libre de riesgos, pero la gente quiere hacerlo por el desafío que representa; lo mismo pasa con el océano austral. La flota competirá más lejos de la civilización de lo que nunca lo ha hecho, navegando entre las latitudes 40ºSur y 50º Sur contra los vientos que siempre soplan por encima de 40 nudos (75 Km/h.) y las condiciones meteorológicas son más poderosas incluso que los barcos de última generación», ha añadido McDonald.

Esta edición también es un retorno a la tradicional ruta que hizo famosa la Whitbread (nombre anterior de la Volvo Ocean Race). «Se está llegando al extremo, y el reto es increíble», ha señalado el veterano Rob Salthouse, caña del Camper, quien ha reconocido que «es un retorno al espíritu de aventura que tenía la Whitbread».

Su compañero de equipo Stu Bannatyne no es ajeno al Océano Antártico, después de haber competido en las cinco anteriores ediciones de la Volvo Ocean Race. «Es la parte más extrema de la prueba, con muchas jornadas de navegación rápida y con la oportunidad de navegar en olas muy grandes para conseguir surfear en ellas, algo que a los regatistas nos gusta hacer; es el mayor atractivo en términos de vela de alta competición», ha reconocido.

También ha advertido que «navegar ahora a través del Océano Sur es más peligroso que nunca porque los barcos van mucho más rápido y cuando las olas caen o barren las cubiertas y barco se mueve a una gran velocidad puede causar lesiones».

«Tenemos que estar muy preocupados por la seguridad de la tripulación, el cuidado del equipo y también del propio barco», ha añadido.

Los competidores se enfrentarán a olas de más de 12 metros de altura y vientos de hasta 60 nudos (110 Km/h.) y pasarán por el llamado Nemo Point, el lugar más remoto del mundo a más de 2.000 millas náuticas (3.700 Km.) de tierra en todas las direcciones.

La amenaza de hielos flotantes procedente de la Antártida ha obligado a los organizadores de la carrera a poner en práctica una línea de seguridad para impedir la navegación de la flota demasiado al Suren aguas peligrosas.

Después de superar todo el Océano Antártico, la flota debe rodear el Cabo de Hornos, uno de los puntos de navegación más peligrosos del mundo, donde millones de toneladas de agua se ven forzados por las corrientes a pasar a través de una amplia brecha de 400 millas (740 Km.) entre el continente de América del Sur y la Antártida.

«El Cabo de Hornos es un punto culminante; es el equivalente marino de haber escalado el Everest», ha comentado Ian Walker, patrón del ‘Azzam’ de Abu Dhabi.

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