Con turbinas costa afuera, la industria eólica de Estados Unidos levanta el vuelo

Mar Científico

 

Después de casi diez largos años, Estados Unidos finalmente se apronta a construir uno de los proyectos más ambiciosos de energía limpia de su historia: Cape Wind, la primera granja eólica costa afuera de este país.

 

Después de casi diez largos años, Estados Unidos finalmente se apronta a construir uno de los proyectos más ambiciosos de energía limpia de su historia: Cape Wind, la primera granja eólica costa afuera de este país.

La aprobación del gobierno de Barack Obama, a fines de abril, sin duda cambiará para siempre toda la zona desde Long Island hasta el lago Erie.

Es que el proyecto Cape Wind instalará 130 turbinas, cada una de 132 metros de altura, en una superficie de 62,4 kilómetros cuadrados de Nantucket Sound, a un costo probable de más de mil millones de dólares. «Es imperativo que se construya Cape Wind; necesitamos el impulso», expresa Peter Giller, jefe ejecutivo de OffshoreMW, una empresa nueva con ambiciones de construir dos proyectos de 700 megawatts frente a las costas de Nueva Jersey y Massachusetts.

Además, se han propuesto media docena de otros proyectos eólicos costa afuera que pueden proporcionar electricidad a cientos de miles de clientes en las aguas poco profundas de la costa este y los Grandes Lagos. Incluso hay más en pañales, como un proyecto que instalaría una hilera de turbinas a unas 13 millas frente a la Península Rockaway, en Nueva York.

Costos y beneficios

Históricamente, un impedimento ha sido el alto costo de construir y mantener turbinas en un medio marino severo, donde es necesario reforzar el equipo para que soporte el fuerte oleaje, los vientos huracanados, la sal corrosiva y -en el caso de los Grandes Lagos- el hielo invernal. Pero los constructores sostienen que las turbinas en el agua tienen varias ventajas.

Las brisas del mar y de los lagos son habitualmente más fuertes, más constantes y más confiables que el viento en tierra. Las turbinas también se pueden ubicar cerca de poblaciones necesitadas de energía a lo largo de la costa, eliminando la existencia de nuevos tendidos de líneas en tierra. Y si las turbinas se levantan a una distancia suficiente de la playa, no alteran significativamente la vista, una objeción importante de muchos opositores.

El Laboratorio Nacional de Energía Renovable estimó que se podrían extraer alrededor de 90 mil megawatts de electricidad de los vientos marinos en las aguas costeras de Estados Unidos de menos de 30 metros de profundidad, que es la medida más fácil y más rentable. Gran parte de ese potencial se encuentra en Nueva Inglaterra, en mitad del Atlántico y los Grandes Lagos.

Cuando se construya este puñado de proyectos estadounidenses en vista, producirían alrededor de 2.500 megawatts, de acuerdo a la American Wind Energy Association, o tanto como dos plantas de energía nuclear de tamaño medio.

Los opositores han sostenido que la empresa es demasiado cara e interferiría con los pescadores locales, inundaría cementerios de dos tribus indígenas locales y arruinaría la vista.

El precio actual para un sistema eólico costa afuera instalado se estima en US$ 4.600 el kilowatt, casi el doble del precio de US$ 2.400 el kilowatt para un sistema instalado en tierra, de acuerdo a U.S. Offshore Wind Collaborative, una coalición de organizaciones públicas y privadas e instituciones que promueven la industria.

Pero a pesar de los costos, los defensores sostienen que la energía eólica costa afuera vale la pena si puede reducir la dependencia de las fuentes de electricidad como el carbón. Además, importantes organizaciones ambientales, como Sierra Club y Greenpeace, citan un estudio que llevó a cabo Charles River Associates, una firma consultora que fue contratada por empresas constructoras de Cape Wind, que indica que el proyecto podría ahorrarles a los contribuyentes de Nueva Inglaterra US$ 4.600 millones en costos de energía durante 25 años.

Igualmente, sostienen que el proyecto ha pasado por dos análisis de impacto ambiental separados, ninguno de los cuales encontró desventajas de peso.

 

US$ 4.600
es el precio actual por kilowatt para un sistema eólico instalado costa afuera.
2.500
megawatts se podrán producir cuando estén listos los proyectos eólicos que planea Estados Unidos

 Otras experiencias

Actualmente, más de 800 turbinas de viento giran frente a las costas de Dinamarca, Gran Bretaña y otros siete países europeos, generando electricidad suficiente -gracias a las fuertes brisas oceánicas- como para iluminar a cientos de miles de hogares. Y la primera granja eólica costa afuera de China, una empresa de 102 megawatts cerca de Shanghai, entra en funciones este mes, con más en camino.

Fotos: NY Times y Assosiated Press

 

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