La AEDPAC sostiene que los peces no trasmiten ningún tipo de enfermedad | Los podólogos reafirman la existencia de «riesgos»
La técnica que utiliza peces para curar los pies conocida por Ictioterapia no presenta ningún tipo de riesgo para la salud según lo asegura la Asociación española de Distribuidores de Productos para Animales de Compañía (AEDPAC) que reivindica la «técnica milenaria» y denuncia la falsedad de las afirmaciones del colegio profesional de podólogos de Andalucía que sostiene que dicho tratamiento conlleva riesgos graves para la salud.
Los podólogos andaluces afirmaron el lunes que el uso de este tratamiento puede transmitir infecciones y enfermedades como el VIH y las hepatitis B y C, así como infecciones de la piel como hongos y verrugas de los pies. Por su parte, José Arnas, en representación de la AEDPAC ha asegurado a LaVanguardia.com que «la información es a toda luces tendenciosa y totalmente falsa».
Arnas sostiene que «la Ictioterapia es una técnica que viene aplicándose desde hace miles de años» y «en ningún caso se ha documentado ninguna transmisión de este tipo de enfermedades». Por el contrario, remarca el representante de AEDPAC, «existen numerosos casos de doctores que lo recomiendan para tratamientos como la Psoriasis» y cita el estudio del Dr. Grassberger & W. Hoch. A Ichthyotherapy as alternative treatment for psoriasis. Medical University of Viena.
El colegio de podólogos basa su preocupación en unos estudios realizados por la Agencia de Protección de la Salud de Reino Unido, la cual alerta de las infecciones y enfermedades que pueden derivarse al ser tratado con esta técnica. En este sentido, José Arnas, sostiene que «disponen del estudio al que se hace referencia» y manifiestan que «la información es falsa». «Desde la asociación nos preocupa la manipulación de un estudio que no dice en absoluto lo que afirman los podólogos», subraya.
El tratado sobre Ictioterapia con peces Garra Rufa, que la Agencia de Protección de la Salud británica editaba en Octubre del año pasado, decía que el riesgo de propagación del virus VIH, así como otras enfermedades como la hepatitis C era bajo pero que no se podía excluir por completo y que las personas con psoriasis o un sistema inmunológico débil eran particularmente vulnerables.
Por su parte la asociación cita a la ONG Británica Terrence Higgins Trust, cuya directora, Lisa Power, sostiene que «el riesgo de que el VIH se transmita a través de una pedicura con Garra Rufa es tan pequeña como para ser casi imposible».
«Como asociación estamos preocupados por el comercio ético de todos los animales», mantiene Arnas al tiempo que afirma que trabajan con las administraciones públicas a éste efecto.
El representante del AEDPAC cree que la «denuncia va a perjudicar a los podólogos andaluces, que demuestran no tener reparos en recurrir a cualquier argucia para intentar atajar lo que ven como un ataque a su negocio, en lugar de una nueva técnica para ellos desconocida». Para Arnas, las afirmaciones del colegio de podólogos se basan en la «inconsciencia» y en la «falta de información».
«No nos hemos vuelto locos»
Por su parte, en declaraciones a Lavanguardia.com, el Colegio de Podólogos de Andalucía sostiene que no se han «vuelto locos». Según asegura el Colegio «existe mucha desinformación» al respecto y lo único que buscan no es que «la práctica desaparezca sino que se regule». De hecho, manifiestan, «hay municipios en los que la práctica está prohibida».
Los podólogos andaluces aseguran que comenzaron a investigar a raíz de la demanda de información de pacientes. Por lo que «desde hace meses» están revisando «documentación» para poder informar a la población. En este sentido, afirman que están «trabajando con la salud pública de la Consejería de la Junta de Andalucía» para poder informar.
En cualquier caso, afirman los podólogos que la «base de sus afirmaciones es científica» y que no buscan «ir contra nadie» sino la «regulación» de la práctica. En este sentido se preguntan «qué capacidad de diagnóstico pueden tener dichos especialistas». El Colegio asegura que «no es contra los peces sino que se quiere alertar de un riesgo que existe». Así, aseguran que no dicen «que la gente no realice dichas prácticas sino que quieren que estén «informadas».