HOMENAJE AL ARMA DE SUBMARINOS QUE CUMPLE
100 AÑOS DE EXISTENCIA
Con motivo de conmemorarse el próximo 4 de julio el centenario de la creación del Arma de Submarinos, hecho de trascendencia histórico acaecido en los Estados Unidos de Norteamérica en 1917, al ser izado en sus mástiles el Pabellón Nacional en los primeros seis submarinos con que contó la Armada de Chile. Junto con recordar tan memorable acontecimiento, se destaca con distinción la mañana del sábado 15 de marzo de 1924, en momentos en que el Presidente de la República Don Arturo Alessandri Palma se embarcó en Talcahuano, a bordo del Submarino H-1 Guacolda” al mando del teniente 1° Guillermo Troncoso.
Junto a él, se embarcaron, el Director General de la Armada, Vicealmirante Sr. Salustio Valdés Cortés, el Jefe del Arma de Submarinos, Capitán Montalba, el Edecán de la Presidencia Sr Brañas, otras autoridades y un enviado especial del diario el “El Mercurio”, don Eduardo Cienfuegos, a quien corresponde este relato.
En el Submarino H-2 “Tegualda” comandado por el teniente 1° Arturo Young, se embarcaron en la oportunidad los Ministros de Relaciones Exteriores, Marina e Industria, Almirante Don Edgardo Von Schroeder, Comodoro Sr Acevedo, y Director de Obras Públicas don Guillermo Illanes. Al mediodía zarpó el H-1 “Guacolda” unidad que iniciando una esplendida maniobra tomó rumbo a la Isla Quiriquina. Minutos después lo seguía el Submarino H-2 “Tegualda”.
Siguiendo las instrucciones de los Oficiales, penetramos en los departamentos interiores-dice el periodista – pues debe proceder a sumergirse. Voces de mando se repitan con precisión maravillosa; Inundar el departamento Tal, grita el Comandante. La orden se repite para evitar toda equivocación.
Los compases móviles y otros aparatos marcan lentamente cómo el buque va inclinándose hacia el fondo del mar. Por el periscopio se ve el lento descenso, pronto el lente se enturbia y subiendo a la torre más alta se ve como el agua cubre el buque. Luego nada más que agua. porque toda la nave está sumergida, tal vez a 25 o 30 pies. Todo ruido cesa; las máquinas eléctricas han reemplazado a los motores, que funcionan mientras el barco va en la superficie.
Ningún movimiento interrumpe la deliciosa navegación. El Presidente observa con detención el curso del viaje por medio del periscopio que sigue al Submarino H-2 que navega a poca distancia. Manifiesta con frases de entusiasmo la admiración que le produce el espectáculo y felicita efusivamente al Comandante Sr Troncoso, y por su intermedio a la demás tripulación y expresa la importancia que reconoce a esta arma de incalculable eficiencia en caso de guerra.
Después de una hora de interesante excursión, durante la cual el submarino varias veces se sumergió para volver a la superficie, llegamos sin novedad a la Isla, donde el Presidente y comitiva fueron recibidos por el Director de la Escuela de Grumetes y el personal de alumnos de ese establecimiento.
Atentamente,
Manuel Chamorro Moreno
Suboficial (R) Armada
Santiago, 20 de marzo de 2017.