MASCOTAS: VALORES INOLVIDABLES EN LA ARMADA

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Desde los inicios mismos de la Marina de Guerra de Chile, a partir de 1818, las mascotas han acompañado a las tripulaciones de nuestros buques en inolvidables y largas travesías como partícipes de un trabajo duro y abnegado en misiones de alta responsabilidad compartiendo junto a Oficiales, Suboficiales, Marineros y Grumetes, donde cada ejemplar canino ocupó un lugar destacado en las maniobras, incluyendo aquellos héroes anónimos, que seguramente sucumbieron con honra en combate.


Como un recuerdo de esta actividad sobresale el perrito Canopus de dotación de la barcaza “Chacabuco” quien falleció a bordo en plena navegación por las tormentosas aguas del Golfo de Penas. Otro de los famosos fue el “Escoben” un perro de alta alcurnia perteneciente a la tripulación del Acorazado “Almirante Latorre”. En los días de grandes presentaciones militares se vestía de gala luciendo su gorro, cuello marinero y correaje encabezando con brillo los batallones de desembarco de la Marina.

También lucieron en su oportunidad, entre tantos otros, el perrito Piloto del transporte “Piloto Pardo” por los alrededores de 1963. Falleció con honores ascendido al grado de suboficial. Otros escribieron su propia historia como el “Brecknock”, el “Táctico”, el “Yelcho”, el Jack, el “Iquique”,el “Angamos”, el “Papudo” y el “Estopín”, nobles animalitos que enaltecieron el accionar de la Marina.

En la actualidad, el PSH “Corneta Cabrales” de la Armada de Chile acudió a la búsqueda y posterior remolque de la lancha a motor “Marcela I” siniestrada en las cercanías del puerto de Coronel. En la operación participó toda la dotación de la unidad incluido el Cabo Navegante LOCK, mascota del buque, quien apostado en cubierta siguió atento el procedimiento haciendo honor al comportamiento distinguido de sus antepasados.

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